Hace un par de días causó mucha controversia que Alberto de Mónaco (64) se reuniera en Nueva York con sus dos hijos mayores, Jazmin y Alexandre, quienes fueron procreados de dos relaciones que mantuvo el monarca antes de su matrimonio con Charlene (44), con quien también comparte unos mellizos.
Durante su visita a la “Ciudad de los Rascacielos”, el soberano estuvo acompañado por su esposa, dado que fueron invitados a la entrega de los premios Fundación Princesa Grace, por lo que las especulaciones sobre la reacción de la princesa mantuvo en hermetismo a la prensa, y se especulaba el descontento por parte de ella.
Ante los rumores de un distanciamiento por la fotografía que compartió Nicole Coste, madre de Alexandre, los planes reales continuaron su curso y Alberto tuvo un fin de semana lleno de actividades pues dio el banderazo oficial de la carrera No Finish Line con la cual se busca recaudar fondos para la fundación Children & Future. La justa deportiva se efectuará de manera oficial el 20 de noviembre.
Y para callar rumores sobre una crisis matrimonial, la pareja fue vista en un plan de cita en el Stade Vélodrome de Marsella para presenciar un partido de rubgy en el cual se enfrentaron Francia y Sudáfrica, país natal de la princesa y madre de los mellizos Jacques y Gabriella.
Los monarcas apoyaron a la selección sudafricana y se les vio muy entusiasmados durante todo el encuentro, además de portar los colores de la selección, aunque lamentablemente el equipo al que apoyaron perdió, aunque eso no fue impedimento para que ambos pasaran una tarde divertida junto a otros seguidores del equipo.
Los actos públicos de Charlene son cada vez más frecuentes luego de haberse refugiado en Suiza para atenderse problemas relacionados con el agotamiento, por lo que estuvo más de tres meses internada. Los problemas de salud de la princesa en los últimos años se han acrecentado y derivado de ello dejó de aparecer por un tiempo muy prolongado en los actos oficiales.