Los problemas judiciales del príncipe Andrés no han terminado. Así lo afirmó el abogado de una de las víctimas de Jeffrey Epstein. Esto porque la ex novia de Epstein, Ghislaine Maxwell, tiene hasta junio de 2023 para cooperar con los fiscales y podría hundir al duque de York.
Spencer Kuvin, quien representó a nueve de los acusadores de Epstein, explicó que podría haber nuevas revelaciones.
Maxwell, de 60 años, fue sentenciada a 20 años de prisión en junio pasado por conspirar con Epstein para abusar sexualmente de docenas de mujeres jóvenes. Actualmente está en la prisión federal de Tallahassee, Florida, donde ha dicho que tiene la intención de apelar la sentencia. Kuvin dijo que la imputada tiene la intención de cooperar para así intentar reducir su larga sentencia.
"Ella es realmente la persona que tiene todos los secretos", dijo Kuvin en el documental de Peacock "Prince Andrew: Banished", que se estrenó ayer en Estados Unidos. Y agregó: "Este no es el final de la historia".
Una serie de expertos reales que hablaron en el documental calificaron a Andrés como "un idiota", un "mocoso malcriado" y un "narcisista", como parte de los antecedentes que explicarían su relación con Jeffrey Epstein.
El duque de York, de 62 años, también fue calificado como "el idiota de una camada" y lo describían como una persona "que no podía mantener sus pantalones cerrados".
El documental de 90 minutos exploró cómo las "travesuras" de Andrés "trajeron escándalo y desgracia a la familia real, además del privilegio, los celos, el deseo y la codicia que lo empujaron a amistades con el financiero pedófilo Epstein y Maxwell, su cómplice".
El documental escuchó a varios ex empleados reales y periodistas, incluido el ex secretario de prensa Dickie Arbiter, quien dijo que "su problema es simplemente que es un idiota. Siempre hay un tonto en la camada y Andrés lo era".
El autor real Phil Dampier agrega: "Nunca ha fumado o tomado drogas o bebido alcohol, pero su única gran cosa es el sexo". Y la periodista Helen Kirwan-Taylor dijo: "La charla de las cenas era que no podía mantener sus pantalones cerrados".
La carrera real de Andrés terminó en desgracia después de que se vio obligado a pagar millones de libras en un acuerdo extrajudicial a la acusadora de abuso sexual Virginia Giuffre a principios de este año. La Reina Isabel II lo despojó de sus títulos militares y nobiliarios.