El pasado 8 de septiembre falleció a los 96 años la reina Isabel II de manera pacífica en el castillo de Balmoral, así lo indicó un comunicado oficial ese mismo día; fue por más de 70 años la monarca de Reino Unido pero también fue una madre amorosa y una abuela cómplice, como se pudo ver con el príncipe Harry (38) y William (40) en muchas ocasiones.
A la monarca se le vio en varios actos público al lado de sus nietos, los hijos del ahora rey Carlos III (73) y la princesa Diana, de manera muy cálida, por ello su partida fue un duro golpe para la familia, que se había visto fragmentada por la decisión de Harry de renunciar a sus obligaciones reales para hacer vida en California pero que se enmendó cuando acudió a los servicios funerales.
Durante el luto nacional, las redes sociales de la Familia Real Británica mostraron las palabras de despedida de los hijos de la reina así como de algunos de sus nietos herederos y William eligió una fotografía en blanco y negro que encierra una historia muy especial para él.
La imagen fue tomada en 2006 cuando el príncipe de Gales se graduó como oficial del Ejército británico en la prestigiosa academia de Sandhurst a los 24 años y recibió el título de Teniente Segundo del Ejército británico. William se unió al regimiento de los Blues y Royals de la Caballería Real, al que pertenecía su hermano Harry
Mientras estaba en posición de Firmes, al igual que sus demás compañeros, pasó la reina Isabel II para felicitar a todos los graduados, pero al llegar al lado de su nieto, simplemente lo miró y le sonrió, haciendo que William perdiera su seriedad para unirse a su abuela, uno momento que quedó para siempre guardado en el heredero al trono.
Su foto estuvo acompañada por un texto en el cual resumen lo que significó su partida: "Mucho se dirá en los próximos días sobre su reinado histórico. Yo, sin embargo, he perdido a una abuela, y aunque lloraré su pérdida, también me siento increíblemente agradecido... ella estuvo a mi lado durante los días más tristes de mi vida", escribió.
La monarca siempre tuvo un buen sentido del humor, como se pudo ver en algunas apariciones especiales para los Juegos Olímpicos en Londres y para su propio Jubileo de Platino, que tuvo lugar este año, y así lo demostró también con Harry, a quien le hizo exactamente lo mismo ese mismo año y quien no pudo evitar sonrojarse ante la situación.