Olivia Wilde (38) acudió a la gala anual del Museo de la Academia en Los Ángeles en donde acaparó las miradas por su vestido plateado transparente, que dejó ver a simple vista su moldeada figura, pero bajo una tela brillosa que le daba un toque de elegancia.
La actriz y directora llegó a la velada sin la compañía del cantante Harry Styles (28), con quien vive un mediático romance que ha tenido rumores de distanciamiento, desmentido por sus mismos protagonistas. El artista no pudo estar porque se encuentra en Chicago, en su gira de conciertos.
Alexandre Vauthir fue el creador del look de Olivia, quien cautivó a los presentes pues además del color plateado brilloso, que ya llamaba la atención por ser transparente, colocó al final de vestido plumas en color rosa que rodeaban las orillas finales, lo que alzó la vestimenta al agregar un color más.
El diseñador de modas francés aprovechó el auge de los naked dress (vestido desnudo) para crear este atuendo que mostró en su colección de verano de Alta Costura, y que Olvida decidió portar en un desfile de celebridades que se caracterizó por sus propuestas arriesgadas.
Los expertos en moda creen que este tipo de atuendos juegan con el espectador, pues a simple vista no permiten ver si lo que están visualizando es piel o tela. "Esos vestidos desnudos imprimen sobre la tela una segunda piel jugando con las reglas del ver/ocultar", comentó Nuala Phillips, editora de moda en Vogue.es.
Hace unos días, Wilde apareció en la portada de una revista con vestido a una manga que dejó a la vista uno de sus pezones, pero este lo tapó con una figura de metal en forma de corazón. Tras el expuesto atuendo que resultó ser todo un éxito, la directora seleccionó una vez más algo parecido para la noche de la gala, en la que Vauthir se convirtió en su cómplice detrás del telón.