Tras la muerte de la reina Isabel II, el siguiente en la línea de sucesión al trono fue su primogénito Carlos III (73), quien fue proclamado rey aunque será hasta el próximo 6 de mayo cuando sea coronado. Además, ese día la esposa del nuevo monarca tomará un cargo que no ha sido ocupado en más de 70 años, ya que Camila será nombrada reina consorte.
La última persona en tener ese título fue la madre de la reina Isabel II, quien dejó de ser reina consorte luego de la muerte de su esposo en 1952 y pasó a ser la Reina Madre; sin embargo, Felipe de Edimburgo nunca fue coronado como rey y solo ostentó el título de príncipe.
¿Por qué Felipe de Edimburgo no fue rey consorte?
Esto se debe a la estricta y anticuada ley de sucesión al trono británico que fue derogada en 2013, la que establecía una cláusula de primogenitura con preferencia masculina, lo que significa que la corona era heredada por el primer hijo varón del rey.
Para cuando la reina Isabel II llegó al trono tras la repentina muerte de su padre, para el pueblo británico solo existía el título de rey, y no de rey consorte, por lo que Felipe fue nombrado príncipe mientras su pareja llegaba a lo más alto de la monarquía británica.
Este fue uno más de los sacrificios que tuvo que hacer Felipe de Edimburgo para estar con Isabel II, ya que antes de casarse debió cambiar su apellido y renunciar a sus títulos de príncipe de Grecia y Dinamarca. Además, tuvo que lidiar con que sus hijos no llevaran su apellido (Mountbatten) para que usaran el de la casa de Windsor.