La movida que planean los asistentes reales es bastante audaz y arriesgada. De manera disimulada pretenden que Camila sea reina a secas y no reina consorte, que es su título actual, antes de la coronación de Carlos III, en mayo de 2023.
La decisión puede ser tanto o más polémica que el nombramiento mismo de Camila como reina consorte, que fue hecho por Isabel II en febrero pasado. Creen en Palacio que la decisión dependerá de qué tan bien acepte el pueblo británico a Camila cuando asuma su nuevo rol en los próximos meses.
La reina Isabel II anunció públicamente en su jubileo de platino, en febrero pasado, que Camila recibiría el título de reina consorte cuando Carlos accediera al trono.
Y hablando después de la muerte de su madre el mes pasado, el nuevo monarca se refirió a su esposa como tal: "Cuento con la ayuda amorosa de mi querida esposa, Camila. En reconocimiento a su leal servicio público desde nuestro matrimonio hace diecisiete años, se convierte en mi reina consorte".
Pero un nuevo informe de "The Telegraph" sugiere que los asistentes reales estarían más que felices de quitar el consorte del título si hay interés público por hacerlo.
Una fuente le dijo a la publicación que existe la esperanza de una transición natural en la que el público y la prensa comiencen a adoptar el título más simple y abreviado de "Reina Camila".
Las consortes de monarcas anteriores han recibido el mismo trato, incluidas la Reina Madre, la Reina María y la Reina Alexandra.
Camila aceptó voluntariamente el título de Consorte luego de la opinión pública en torno a su matrimonio con Carlos III en 2005. En los 17 años transcurridos su popularidad ha aumentado, especialmente por el manejo que tuvo durante la muerte y el funeral de la Reina Isabel II el mes pasado.