A pesar de que la vida de Michelle Salas (33) ha estado rodeada de polémicas desde el momento en que nació, solo por el hecho de ser la hija de Luis Miguel (52), ella ha evitado involucrarse en escándalos y ha conseguido sus objetivos sin la ayuda de su padre.
La hija de Stephanie Salas (52) ha optado por mantenerse alejada de la polémica y centrar sus esfuerzos en los estudios. Cuando Michelle cursaba su segundo año de preparatoria habló con su madre de sus sueños, y para conseguirlos se decidió a estudiar diseño de modas en la ciudad de Nueva York.
Con solo 18 años se mudó para estudiar en la Escuela de arte y diseño Parsons, donde pudo codearse con algunos de los mayores exponentes de la moda a nivel mundial. Ahí trabajó con la reconocida diseñadora venezolana Carolina Herrera, con quien sigue trabajando hasta el día de hoy.
El camino de Michelle Salas
A diferencia de otros hijos de famosos que siguen el camino de sus padres, la hija de Luis Miguel y Stephanie Salas prefirió una vida alejada de los escenarios para dedicarse a la moda, en donde ha tenido mucho éxito. Siendo aún una estudiante Michelle ya había colaborado con importantes marcas como Dolce & Gabanna, Tommy Hilfiger y Michael Koors.
Si bien, en un principio "El Sol de México" aseguraba que Michelle no era su hija, nunca necesitó el apoyo de su padre para seguir sus sueños. La especialista en moda suele compartir sus diseños a través de sus redes sociales, donde mantiene a sus seguidores actualizados de sus actividades.
Debido a su trabajo, Michelle Salas ha vivido en distintas partes del mundo, como en Madrid, Los Ángeles y Nueva York, sin embargo, suele viajar a la Ciudad de México para visitar a sus familiares.
