Al llegar a Estados Unidos, tras abdicar a la corona británica, los Duques de Sussex formaron una organización benéfica, Archewell. Después de su primer año de funcionamiento, solo recaudó US$ 50,000, una cantidad que ni siquiera cubre los gastos operativos.
Según informes del departamento de impuestos obtenidos por DailyMail, la recaudación de la entidad de Meghan y Harry fue de menos de 50 mil dólares durante 2020. Pero gastaron 55 mil 600 dólares en los abogados que disolvieron Sussex Royal, la organización sin fines de lucro que tenían en el Reino Unido.
Archewell fue lanzada el 17 de abril de 2020 en el estado de Delaware, tras haber hecho la solicitud de la marca comercial el mes anterior. El hecho de abrirla en ese estado generó críticas inmediatamente y se le trató como una "corporación opaca y secreta".
El informe de la Cámara de Empresas del Reino Unido muestra que la extinta organización benéfica británica tenía más de US$ 380,000 en sus cuentas en 2020 y gastó al menos $ 55,600 en abogados, incluidos alrededor de $ 35,000 a Harbottle & Lewis y $ 20,600 a un bufete de abogados no identificado.
Según lo informado en el IRS estadounidense, Archewell tuvo ingresos inferiores a 50 mil dólares brutos. Según la ley, cuando los ingresos son inferiores a dicha cantidad, deben justificarlas con una carta simple y con información limitada.
Las investigaciones en Inglaterra
El organismo de control del Reino Unido, la Comisión de Caridad, investigó y finalmente absolvió a Sussex Royal de cualquier irregularidad, en mayo pasado.
Las presentaciones muestran que la pareja gastó más dinero en honorarios legales para la disolución de Sussex Royal. "Estaban totalmente alineadas con los requisitos de gobernanza y se informaron de forma transparente", dijo un portavoz de la Royal Foundation a Vanity Fair en ese momento.
La Comisión criticó a Meghan y Harry por desperdiciar potencialmente el dinero de los donantes al fundar y luego disolver rápidamente una organización benéfica.