Hubo una petición muy especial que le hizo el Príncipe Harry a la Reina Isabel II y que recibió un rotundo no como respuesta.
En 2018, cuando Harry recién se había casado con Meghan Markle, le preguntó a su abuela si podían irse a vivir al Castillo de Windsor. La Reina les dijo que no porque habría sido "inapropiado", según un experto citado por "The Sunday Times".
Los Duques de Sussex, quienes ahora viven con sus dos hijos Archie y Lilibet en su mansión de US$ 15 millones en Montecito, California, se habían mudado a una cabaña de dos habitaciones en el Palacio de Kensington, a solo unas puertas de donde viven los Duques de Cambridge.
Los Sussex querían un lugar más grande para formar una familia y, según "The Sunday Times", fueron donde la Reina en busca de ayuda.
Le preguntaron a la soberana si podían vivir en el Castillo de Windsor, algo que, según el biógrafo real Hugo Vickers, podría no haber sido "totalmente apropiado".
El historiador real le dijo al "Times" en 2019: "Hay habitaciones y suites vacías en los apartamentos privados dentro del Castillo de Windsor que los Sussex podrían haber tenido en cuenta, o tal vez algunas antiguas viviendas en los terrenos del castillo convertidas en otras cosas. Pero podría no haber sido del todo apropiado tener una familia joven viviendo allí".
Antes de que naciera Archie, Harry y Meghan se mudaron a Frogmore Cottage, un lugar que la Reina les regaló poco antes de su boda. A pesar de que realizaron grandes renovaciones para equiparlo a su gusto, la pareja le entregó las llaves a la princesa Eugenia y a su esposo, Jack Brooksbank, en 2020.
Los Sussex alegan que se sienten inseguros yendo a Inglaterra y Harry ha solicitado que le reestablezcan la protección que tenía cuando era integrante activo de la realeza. Muchos creen que el hijo menor de Carlos y Diana de Gales no asista al Jubileo de Platino de la Reina y otros tantos especulan que Meghan nunca regresará al Reino Unido.