La represión del gobierno chino en esta ocasión se ha volcado hacia la industria del entretenimiento y quiere eliminar a los "hombres afeminados".
La Administración Nacional de Radio y Televisión china presentó un plan de ocho puntos en los que pidió una mayor regulación de los "espectáculos artísticos y de entretenimiento y el personal relacionado". El Partido Comunista culpó a la industria del entretenimiento de ser una mala influencia para los jóvenes y de "contaminar gravemente la atmósfera social".
Entre las acciones del plan está un boicot al sector por ser demasiado entretenido y piden poner más énfasis en "la cultura tradicional china, la cultura revolucionaria y la cultura socialista" además de que las autoridades serán las encargadas de establecer el "estándar de belleza correcto".
Las personas, que en el pasado, hayan infringido las leyes o estado en contra del orden público y la moral no podrán tener un lugar en el entretenimiento. También prohibieron los "programas de audiciones de ídolos".
El presidente chino, Xi Jinping, pidió un "rejuvenecimiento nacional" donde el Partido Comunista tenga un control más estricto sobre los negocios, la educación, la cultura y la religión, lo que implica mayor escrutinio al entretenimiento que llega del extranjero, incluidas las películas y programas de Hollywood.
Los productos de entretenimiento que abordan temática gay han sido fuertemente censuradas y eliminadas en China, que si bien ya no clasifica a la homosexualidad como una enfermedad mental y fue despenalizada en 1997, sigue siendo un tabú, por ello películas como Call Me By Your Name y Bohemian Rhapsody no lograron ser exhibidas o fueron duramente criticadas.
Personalidades importantes como los directores de cine Zhang Yimou y Jia Zhangke, así como la actriz Tang We han sido castigadas con prohibiciones temporales por las autoridades chinas debido a su alto perfil.