La supermodelo Linda Evangelista ha confesado a través de su cuenta de Instagram la razón por la que se ha alejado de la vida pública en estos últimos cinco años: un mal resultado de un tratamiento médico estético que la dejó, en sus palabras "permanentemente deforme".
"Hoy doy un gran paso en arreglar un error que he sufrido y mantenido para mí misma por más de cinco años. A mis seguidores que se han preguntado por qué no he estado trabajando mientras las carreras de mis compañeros han prosperado, la razón es que fui brutalmente desfigurada por el procedimiento CoolSculpting de Zeltiq, que hizo lo opuesto a lo que prometía", denunció Evangelista en su publicación.
Linda fue uno de los máximos exponentes de la década de 1990 en la industria de la moda, junto a Naomi Campbell, Cindy Crawford, Elle McPherson y Claudia Schiffer, pero la modelo de ahora 56 años desapareció del ojo público por el año 2015.
"(El procedimiento) aumentó, no disminuyó, mis células adiposas y me dejó permanentemente deforme incluso luego de realizarme dos dolorosas cirugías correctivas, que no tuvieron éxito. He quedado, como han descrito los medios, "irreconocible", agregó la modelo.
En su mensaje, Linda Evangelista también aseguró que terminó desarrollando hiperplasia adiposa paradójica (HAP), una complicación que se ha visto en pacientes que se realizan criolipólisis, quienes ven la formación de un área endurecida de grasa localizada. Evangelista entafizó que nunca se le informó de este riesgo.
La criopólisis es una forma de acabar con las células grasas de áreas específicas a través de temperaturas bajo cero. Se necesitan múltiples sesiones y se publicita que los resultados se pueden ver en un par de semanas.
"HAP no sólo ha destruido mi medio de subsistencia, sino que además me ha enviado a un círculo vicioso de profunda depresión, tristeza, y autodesprecio. En el proceso, me he convertido en una reclusa. Con esta denuncia, me muevo hacia el futuro para deshacerme de mi vergüenza, y para volver pública esta historia. Estoy tan cansada de vivir de esta forma. Me gustaría caminar fuera de la puerta de mi casa con la cabeza en alto, aunque ya no me vea como yo misma", expresó Evangelista.