La película Black Widow, protagonizada por Scarlett Johansson, se estrenó de manera simultánea en las salas de cine y en Disney+ lo que provocó que la actriz emprendiera una lucha legal argumentando que su contrato con la compañía no especificaba el lanzamiento en la plataforma de streaming al mismo tiempo.
El filme de Johansson, en donde hizo su última interpretación de la Viuda Negra para Marvel, logró recaudar 80 millones de dólares en las taquillas de Estados Unidos y Canadá en su primer día estreno y obtuvo ingresos adicionales de 60 millones de dólares a través de Disney+, donde la cinta tenía un costo extra de 30 dólares para los suscriptores.
La demanda, que se presentó ante el Tribunal Superior de Los Ángeles, indicó que Black Widow tenía garantizado un estreno exclusivo en cines cuando la actriz nominada al Oscar firmó su contrato con Marvel. De acuerdo con la denuncia, Disney interfirió en ese trato para su propio beneficio.
Según The Wall Street Journal, Scarlett pidió la cifra estimada que habría ganado, 100 millones de dólares, además se plantea que el filme no tuvo promoción, ya que Bob Chapek, director ejecutivo de Disney Company se ocupaba de otros estrenos y Johansson publicitó la cinta, dándole el alcance que tal vez no hubiera tenido si no lo hubiera hecho.
El periódico estadounidense también hizo público que los abogados de la nominada al Oscar, intentaron llegar a un acuerdo con Disney en el momento en que se hizo el anuncio del estreno para no afectar el salario de la estrella, pero el conglomerado presionó para firmar un nuevo contrato y así poder generar más ganancias; sin embargo, no se logró concretar por lo cual se decidió entablar una demanda legal.