El actor estadounidense Armie Hammer, conocido por interpretar papeles en películas como The Social Network y Call me by your name, vio opacada su fama cuando reconoció públicamente su adicción al sexo, a las drogas y el alcohol. De acuerdo con el periódico The Sun, el actor llamó a su esposa, Elizabeth Chambers, para anunciarle que estaba decidido a comenzar con la rehabilitación.
The Sun confirmó que el pasado mes de mayo Armie ingresó a un centro de rehabilitación ubicado en Orlando, Florida. Ahora nueve meses después, regresó a su hogar.
El abogado de Armie le contó a E! News que tras estos meses el actor volvió y gracias al tratamiento que recibió pudo controlar el abuso de sustancias que le trajo serios problemas. "Puedo confirmar que el señor Hammer ha salido de las instalaciones de tratamiento y se encuentra genial", declaró el representante del actor.
El suplicio de Armie Hammer no termina
Sin embargo, las drogas y el sexo no son las únicas adicciones del protagonista de Espejito espejito, pues también se le acusó de agresiones físicas y canibalismo. Una mujer, de nombre Effie Angelova, declaró que Hammer la violó en abril del 2017. La chica afirmó que además abusó mental, emocional y sexualmente de ella durante la relación que sostuvo con él a lo largo de cuatro años.
Ante esto, el interprete de El llanero solitario, negó la acusación pero la policía de Los Ángeles asignó el caso al distrito local para darle seguimiento a la investigación, en la cual se encontraron unos mensajes donde Hammer asegura ser caníbal.
"Soy 100% caníbal. Te quiero comer. Joder, asusta admitirlo. Nunca lo he admitido antes. He cortado el corazón de un animal vivo anteriormente y me lo he comido mientras aún estaba caliente", se pudo leer en los mensajes que el actor envió a Effie.
Estos sucesos han afectado drásticamente la carrera de Armie, se sabe que su representante y su publicista rompieron toda relación con él. El actor estaba contemplado para actuar con Jennifer Lopez en una comedia romántica pero el mismo Hammer prefirió declinar su participación y desaparecer del ojo público durante meses.