El reporte médico sobre el estado de salud de Vicente Fernández, entregado el miércoles 3 por la noche, es significativamente más positivo que el de hace un mes. Salido de la Unidad de Terapia Intensiva, el cantante se encuentra en un sala privada donde ha comenzado a interactuar más que antes con el equipo de asistencia y con su familia. Pero aún no habla y tampoco se ha querido precisar cuánto se mueve.
Vicente Fernández continúa con un apoyo respiratorio intermitente, porque aún no es capaz de sostener la respiración autónomamente las 24 horas del día. Sin embargo, dos son las grandes interrogantes que los escuetos reportes siguen sin explicar:
1. ¿Es su conexión esporádica a un respirador lo que impide que hable o hay algún otro tipo de daño que imposibilita que lo haga?
2. ¿Cuánto han recuperado de movilidad sus brazos y piernas?
Nocivos efectos en el habla
Cuando el cantante llegó de urgencia al Hospital Country 2000, producto de una caída accidental que tuvo en el rancho Los Tres Potrillos, debió ser sometido a una cirugía inmediata, ya que la lesión traumática a sus cervicales era severa y podía comprometer su vida.
La cirugía por el trauma severo derivó en una traqueotomía, un procedimiento consistente en la colocación de un tubo en el orificio que se hace en la parte delantera del cuello y la tráquea para permitir la respiración. La gravedad del caso obligó, además, a conectarlo permanentemente a una máquina de ventilación artificial.
El próximo lunes se van a completar tres meses desde su hospitalización y no se ha informado que el tubo de traqueostomía se le haya retirado (lo más posible es que aún lo tenga).
La literatura médica -por ejemplo algunos especialistas de la Clínica Mayo en EE.UU.- afirma que "las complicaciones a largo plazo son más probables cuanto más tiempo esté la traqueostomía" instalada. Dentro del listado de posibles consecuencias se incluyen, entre otras, "estrechamiento de la tráquea" y "formación de un pasaje anómalo entre la tráquea y el esófago (fístula traqueoesofágica), que puede aumentar el riesgo de que los líquidos o los alimentos entren en los pulmones".
La principal razón de que Vicente Fernández hoy no pueda hablar es porque la traqueostomía le impide hacerlo pues el aire exhalado sale por la abertura del orificio entre el cuello y la garganta en lugar de subir a través de la laringe. Si bien los especialistas señalan que "hay dispositivos y técnicas para redireccionar el flujo de aire lo suficiente como para poder hablar", esto requiere de un tipo de aprendizaje y asistencia especial, porque se necesita aprender a usar la voz nuevamente.
Hasta ahora, debido a la ausencia de reportes médicos específicos, se desconoce si el procedimiento ha tenido algún tipo de efecto colateral en las cuerdas vocales del cantante. En tal sentido, los especialistas afirman que la aplicación del tubo no debiera dañarlas, pero que para hacer un diagnóstico específico se necesita una evaluación directa con el paciente. Esta información nunca ha sido entregada por el actual equipo médico que atiende al cantante ni por su familia.
En todo caso, la traqueostomía no sólo tiene efectos en el habla normal. Para comer debe recibir los alimentos a través de una sonda que se le conectó directamente en el estómago. Una vez que el tubo le sea retirado -no se sabe cuándo-, y al igual que para volver a hablar, Vicente Fernández requerirá de una terapia especial para volver a comer de manera habitual, porque se debe recuperar la fuerza muscular y la coordinación para tragar.
¿Qué movilidad tiene?
Los reportes han reiterado que Vicente Fernández es sometido "a una rehabilitación física intermitente". Que haya abandonado la Unidad de Terapia Intensiva no es garantía alguna que la movilidad de sus brazos y piernas tenga algún grado de avance.
Si para poder volver a hablar tendrá que ser asistido por terapeutas, para volver a ponerse de pie u ocupar sus manos después de estar meses sin hacerlo, la ayuda externa es indispensable. Eso, en la medida que efectivamente no tenga algún daño neurológico que desconozcamos y le impida una movilidad básica.
Nuevamente, la información que entregan los médicos del artista es deficitaria. Se ignora la cuantía de su atrofia muscular, de la pérdida de su masa y del deterioro óseo que pueda haber sufrido mientras estuvo en Terapia Intensiva.
Más allá del reconocimiento de que padece el síndrome de Guillain Barré, una patología que ataca el sistema nervioso, la evolución de su movilidad física es verdaderamente un secreto guardado bajo siete llaves. La única referencia médica al respecto ha sido que la recuperación de la función de movilidad "es lenta pero progresiva". Una frase para salir de aprietos, que hace prever que el daño en el octogenario artista le impedirá retomar actividades de manera independiente, y que verlo moverse a sus anchas por su rancho es una imagen que no se repetirá.