Meghan Markle y el príncipe Harry dieron un paso hacia el mercado de acciones al asociarse e invertir en la empresa ubicada en Nueva York, Ethic. Los declarados "hippies" de Estados Unidos son gestores de activos que apoyan empresas con metas medioambientales y sociales.
Ethic es una compañía con un curioso ambiente laboral, empezando sus reuniones con "sesiones de gratitud" en las que los trabajadores se agradecen los unos a los otros por su duro trabajo, y además pueden acariciar al perro de la oficina, cuyo cargo es "Oficial en jefe de Sonrisas".
Según reporta el Daily Mail, este sería uno de los pasos iniciales para conseguir construir una marca de un billón de dólares en Estados Unidos, luego de que Harry y Meghan dejaran sus títulos en la familia real británica y, con ellos, el sueldo que la realeza les entregaba.
"(Harry y Meghan) comparten muchos valores con nosotros, y sospechamos que con muchos de ustedes también. Es por eso que nos emocionamos tanto de que puedan unirse como 'socios de impacto'", escribió Ethic en un comunicado.
La empresa de inversiones fue fundada por Briton Jay Lipman en 2015, un londinense que se radicó en Estados Unidos luego de estudiar en Epsom College, uno de los colegios más exclusivos del Reino Unido, con una mensualidad de aproximadamente 37 mil libras al año (más de 47 mil dólares). Entre sus co-fundadores se encuentran Doug Scott y Johny Mair, australianos con experiencia en bancos que invertían en gas y petróleo. También, por supuesto, están los perros encargados de "seguridad", Roux y Gigi, y el Oficial en jefe de Sonrisas, Byron.
"Del mundo que yo vengo, uno no habla de inversiones, porque no tienes el lujo de invertir", comentó Meghan en una entrevista para el New York Times. "Mi esposo ha estado ahorrando por años, (diciendo) '¿no desearías que hubiera un lugar en el que, si tus valores son de una forma, pudieras poner tu dinero en algo similar?'".