El príncipe Harry y Meghan Markle no bautizarán a su hija Lilibet en Inglaterra, en cambio, los duques de Sussex realizarán una ceremonia en California, Estados Unidos, donde actualmente viven, indicaron fuentes cercanas al monarca.
La segunda hija de Harry y Meghan, Lilibet Diana Mountbatten-Windsor, nació el 4 de junio en Santa Bárbara, California y aunque se dijo que la pareja regresaría a Reino Unido para bautizar a la pequeña en el castillo de Windsor frente a la reina Isabel II, quien aún no conoce a la heredera, todo parece indicar que los planes han cambiado.
Lilibet recibirá el sacramento en la Iglesia Episcopal de Estados Unidos, de acuerdo con la fuente y se desconoce cuándo la reina conocerá a su bisnieta.
La noticia surgió a unos días de que se revelara que el príncipe Harry no regresaría a su país natal para unirse a su hermano, el príncipe William, a una fiesta en honor a su fallecida madre, la princesa Diana.
"No habrá un bautizo en el Reino Unido. No está sucediendo", indicó una fuente del Palacio de Buckingham al periódico The Telegraph.
La Iglesia Episcopal de Estados Unidos pertenece a la Comunión Anglicana en todo el mundo y está dirigida por el obispo Michael Curry, quien se convirtió en una sensación en redes sociales tras su sermón de 14 minutos en la boda de la pareja en St George's Chapel en Windsor en 2018.
Las implicaciones que tiene que el bautizo de Lilibet se realice en Estados Unidos es que automáticamente no sería considerada como "miembro" de la Iglesia de Inglaterra. Aunque si es su deseo, más tarde podría unirse a una congregación de la Iglesia de Inglaterra cuando visite Reino Unido.
Archie, el primogénito de los duques de Sussex fue bautizado por el arzobispo en una ceremonia realizada en la Capilla de San Jorge, en Windsor en el 2019 a la que sólo acudió la familia más cercana, entre ellos la duquesa de Cornualles, el príncipe de Gales, Doria Ragland, Lady Jane Fellowes, Lady Sarah McCorquodale y los duques de Cambridge.