Lisa Marie, la única hija de Elvis Presley falleció hace unos días y para honrar su memoria, se decidió que sea enterrada en el lugar favorito de su padre, el Jardín de Meditación en Graceland, en donde también fue enterrado el rey del rock, y la que además fue su residencia en Memphis, Tennessee en Estados Unidos.
Con 600.000 visitantes anuales, la gran mansión de la familia Presley es uno de los centros turísticos más importantes del país siendo la segunda casa más visitada justo después de la Casa Blanca en donde residen los presidentes. Graceland además se trata de un mausoleo familiar en donde descansan Elvis, sus padres, su nieto (hijo de Lisa Marie) Benjamin Keough, quien se suicidó en agosto de 2020 a los 27 años, y ahora Lisa, su hija.
Elvis Presley adquirió la casa de 23 habitaciones en su camino a convertirse en un ícono cuando ésta costaba 100.000 dólares, precio que por su valor histórico, ahora aumenta hasta los 100 millones de dólares. Asimismo, tras la muerte de la leyenda musical, en junio de 1982 Graceland abrió sus puertas al público para que los fans conocieran el interior del domicilio que fue redecorada por la misma Priscilla Presley de vuelta al estilo que tenía antes de su divorcio con Elvis.
Algo característico de Graceland son sus salas temáticas. La favorita de Presley era la "Jungle Room" (habitación de la selva) la cual cuenta con una cascada y muchas plantas y que convirtió en un estudio de grabación, memorable ya que en ella grabó la mayor parte de su último disco, Moody Blues.
A pesar de que la mansión está abierta a la visita de todos los fanáticos, está prohibida la entrada a los lugares más íntimos de la familia como lo son la habitación del Rey, su despacho y su baño además de la habitación de su fallecida hija, Lisa Marie.
